Que divertido es salir un día y pasarte el rato de compras mirando escaparates y sobre todo los zapatos, ¿a quien no le gusta un buen zapato? Cada temporada es especial, con nuevas formas, dibujos, colores y tacones…
Pasas a la zapatería y los ves, los zapatos más bonitos que has visto nunca y la verdad no son excesivamente caros, tienes para poder comprarlos, te los pruebas y parece que están bien, el tacón es perfecto para salir con los amigos por ahí, así que te acercas a la caja para que te los envuelvan.
Hasta aquí todo es perfecto, tienes el par de zapatos más bonito de todos y te los puedes poner cuando quieras, aunque el problema llega cuando te los pones para salir con las amigas y entonces llega el dolor de pies y las ampollas, que llegas a casa con ganas de tirarlos a la basura porque literalmente, te han destrozado.
Esto les pasa a muchos la primera vez que se ponen unos zapatos nuevos, por eso, aunque tampoco hay nada infalible quizá siguiendo unos consejos fáciles puedas hacer que no te hagan tanto daño, por ejemplo, untarles nivea para que se vayan aflojando, utilízalos en casa antes para que se vayan amoldando y también puedes ponerles papel de periódico o meterlos en el congelador.