La moda al desnudo.

El mundo de la moda es uno de los más atrayentes cada vez más personas en el mundo. Las mujeres, y cada vez más también los hombres, se confiesan casi adictos a las tendencias llegadas de los grandes centros de la alta costura, como Nueva York, Londres o Milán pero, sobre todo, París.

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Esta afición llega a tornarse en casi una obsesión en algunas ocasiones, los llamados “fashion victims”, personas que llevan al extremo el hecho de seguir los dictados de la moda al pie de la letra, gastándose miles de euros en ropa, muebles y complementos con el único objetivo de que tanto ellos mismos como su entorno físico más inmediato estén siempre a la última.

Otro caso sangrante son las modelos que podemos ver cada temporada sobre las pasarelas.  La gran mayoría de ellas, por no decir todas, hacen gala de una extrema e insana delgadez que algunas niñas toman como ejemplo, produciéndose trastornos alimenticios que pueden llegar en algunos casos a la muerte.

Debo confesar que me encanta el mundo de la moda y todo lo que hay a su alrededor,  pero no por eso dejo de ver las grandes desventajas que conlleva y los peligros que puede representar entenderlo de forma equivocada, sobre todo a nivel de salud ya que afortunadamente cada persona es un mundo y  tiene un cuerpo diferente pero  lo que para unos es natural para otros es inalcanzable.

En el mundo de la moda no es todo tan de color de rosa como pudiera parecer a simple vista, hay que saber diferenciar y elegir con qué queremos quedarnos. ¿Seguir sus dictados? Sí, en la medida de nuestras posibilidades, todo es sano con moderación pero lo que nunca debemos hacer es obsesionarnos con imposibles o convertir la simple tendencia en tiranía.